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Este pasado Sábado día 10, en el Polideportivo Municipal de Lepe, el alevín "A" del CD. EFB. 1889 y de Porteros, se desplazó a tierras leperas para disputar la 13ª Jornada liguera de la Segunda Andaluza alevín, enfrentándose al equipo alevín del San Roque.
A priori si preveía un encuentro disputado y reñido, y el paso de los minutos lo corroboró con creces.
Durante la primera parte el equipo local estuvo mejor situado en el campo que el equipo visitante, cuyos jugadores prácticamente no salían de su propio campo salvo en contadas ocasiones, eso sí, con bastante peligro.
Los jugadores leperos, con su buena disposición sobre el terreno de juego y su actitud en todas las acciones, dominaban el juego, pero no conseguía llegar con claridad hacia la portería contraria, sólo en contados tiros lejanos.
De hecho, en uno de ellos, tras un robo en la salida de balón del CD. 1889, el equipo local se adelantó en el marcador, tras un tiro lejano de su mediocentro, que entró como un obús en la portería contraria.
Este hecho dejó tocado al equipo visitante, que no conseguía sobreponerse a estar por debajo en el marcador y al mejor juego local.
Tras la reanudación, más de lo mismo. Jugadores visitantes "dormidos" y gol local nada más iniciarse la segunda mitad.
Pero este gol, parece que hizo despertar a los jugadores capitalinos y empezaron a mejorar en su juego. Así, el dominio local iba pasando a manos visitantes, que se iban acercando cada vez con más peligro a la portería lepera.
Tras un saque de esquina y una gran jugada individual del delantero visitante, el equipo capitalino conseguía lo que era impensable minutos antes, poner la igualada en el marcador.
Pero tras un tiro libre dudoso a favor del San Roque, de nuevo conseguían ponerse en ventaja en el marcador, por lo que todo el esfuerzo hecho por el equipo visitante, caía en saco roto.
A los pocos minutos, y tras otro saque de esquina, el mediocentro del CD. 1889 conseguía de nuevo la igualada en el marcador, llevando la incertidumbre a las gradas y la emoción sobre el terreno de juego.
El equipo capitalino se hacía dueño del partido y llegaba en numerosas ocasiones, malgastadas todas ellas con tiros al larguero o con buenas intervenciones del portero local.
Pero faltando pocos minutos para el final del encuentro, un penalti dudoso a favor del CD. 1889 y convertido por el delantero visitante, confirmaba la remontada blanquiazul, poniéndose por primera vez en ventaja en el marcador.
Desde este momento y hasta el final, ataques constantes del San Roque, pero poco ordenados, lo que hacía que la portería contraria no corriera mucho peligro, llegándose así al término del encuentro, viéndose escenas de alegría en los vencedores y de enorme tristeza en los derrotados.
En definitiva, gran partido el visto en la matinal del pasado sábado en Lepe entre dos conjuntos que demostraron con creces su posición en la tabla y que lucharon al máximo para conseguir los tres puntos en litigio.
Desde aquí, desear mucha suerte al San Roque de Lepe en sus próximos encuentros.
Por último, hacer un llamamiento a los padres del fútbol base en general, y a los padres de mis jugadores en particular (que es el caso que me toca más de cerca), para que tengan en conciencia que los participantes de estos partidos son niños (jugadores) y adolescentes (árbitros). En ningún momento son profesionales de este deporte ni se ganan la vida con ello. Los niños lo hacen por afición y los árbitros, por afición o por economía, pero todos son parte de este deporte y tenemos que ayudarles en la labor que están realizando ya que, por ejemplo, sin árbitros no se celebrarían partidos. Lo sucedido en Lepe es una mera anécdota, al contrario de lo que quiera hacer ver más de un medio de comunicación y muchas personas. No hubo insultos a los jugadores en ningún momento, ni en la grada había 200 personas como ha publicado algún medio o agencia de prensa nacional. De hecho, por ejemplo, al finalizar el encuentro, las dos aficiones aplaudieron a los jugadores contrarios por el esfuerzo realizado sobre el césped lepero, demostrando gran deportividad entre ellas. Simplemente pasó lo mismo que ocurre en la mayoría de campos de fútbol y en cualquier categoría, protestas de los aficionados (en este caso padres de los jugadores participantes) al árbitro ante decisiones tomadas por éste y dejándose llevar por los nervios de un marcador ajustado. ¿Que está mal? Sí. De hecho, yo por mi parte, ya se lo hice ver a los padres de mis jugadores en ese mismo momento, al igual que hice hace unos años con los padres de los jugadores del club en el que estaba en aquél momento y actitud que volvería a repetir si me volviera a ocurrir en próximos encuentros. Incluso, el entrenador local, también se acercó a la grada para apaciguar los ánimos y que el partido se pudiera reanudar. ¿Que sólo fueron los aficionados visitantes? No. Así, tras señalar el colegiado un penalti dudoso a favor de mi equipo, los aficionados locales, increparon también al árbitro, situación que no comparto pero a la que tampoco hay que darle más importancia de la que tiene, ya que las aficiones miran por sus intereses y no estarán nunca de acuerdo con una decisión que perjudique a su club. Por tanto, no le demos más importancia a este suceso y no convirtamos el fútbol base onubense en el centro de atención de la prensa nacional por un hecho que, por desgracia, se repite cada fin de semana en cualquier campo de fútbol del país pero que, a lo mejor, los árbitros, en ese momento, no se animan a parar el encuentro ante la actitud de los aficionados, como sí ha hecho, y muy correctamente, el colegiado que dirigió este partido entre el San Roque y el CD. 1889. Por último, aplaudir la iniciativa que ha tenido el conjunto lepero por mediación de su coordinador, Jose Manuel Mora, de invitar a todos los clubes y a sus entrenadores a tomar medidas parecidas en los encuentros en los que se puedan ver conductas no deseadas en cualquier aficionado, para intentar entre todos (que no sólo la culpa la tienen los padres sino también nosotros los entrenadores) mejorar el fútbol base en general y ayudar a que los niños disfruten de este deporte y que adquieran valores que les sirva para su vida diaria: vida saludable, aprender a competir, compañerismo, esfuerzo, dedicación,...
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