lunes, 11 de julio de 2011

HACE UN AÑO TOCAMOS EL CIELO



Tal día como hoy hace un año en Sudáfrica, nuestra selección de fútbol hizo que un país entero se echara a la calle a celebrar un triunfo jamás conseguido en nuestro fútbol. Por fín, fuímos CAMPEONES DEL MUNDO.
Tras un inicio con derrota ante Suiza por 1-0, comenzaron las dudas y las críticas con nuestra selección, tan habitual en nuestro país al llegar el primer contratiempo. En el segundo partido ante Honduras, se consiguió una victoria por 2-0, con lo que las aguas volvieron a su cauce y se presentaba el tercer partido de la liguilla como a vida o muerte, con posibilidades, incluso, de quedar eliminadas en la primera fase. Ante Chile, el último rival de esta fase, se consiguió otra victoria, esta vez por 2-1, con lo que pasamos a octavos de final como primera de grupo. A partir de ahora no valían fallos, ya que cualquier derrota nos mandaba de vuelta hacia España.




En octavos nuestro rival fué la Portugal de Cristiano Ronaldo, a la que se venció por 1-0 con gol de Villa y con un buen juego, desperdiciando varias ocasiones claras. El hombre clave fué el delantero bilbaíno Fernando Llorente, que tras su salida al terreno de juego revolucionó el partido. La selección desplegó su mejor juego hasta ahora, teniendo varias oportunidades de inaugurar el marcador. Lo peor, el desplante de la estrella portuguesa Cristiano Ronaldo a un cámara de televisión que lo enfocaba al final del partido. Hay que saber ganar, pero también saber perder.


En cuartos de final nos esperaba Paraguay. Resultó ser el rival más incómodo para nuestra selección, con marcajes muy pegajosos y presionando muy arriba la salida del balón. De hecho, no dejaron en ningún momento que nuestros centrocampistas (Xavi, Xabi Alonso, Iniesta y Busquets) pudieran realizar el juego característico de la selección. Sólo una genialidad de Iniesta, que se inventó una jugada que llegó hasta la frontal del área de penal paraguaya, pasando después el balón hacia su compañero Pedro, que mandó el balón al poste, pudo romper el entramado defensivo paraguayo. Pero el rechace le cayó a los piés del goleador español Villa, el cual, y después de golpear de nuevo los dos postes, introdujo el balón en la portería contraria, haciendo explotar de júbilo a todos los españoles, ya que, con ese gol, nos daba la clasificación para semifinales, cosa que no se había logrado en ninguna cita mundialista. En el partido destacaron los dos porteros, parando ambos un penalty cada uno.



Ya en semifinales, el rival fué Alemania. Para muchos una final anticipada. Los teutones venían de golear por 4-0 en cuartos de final a la Argentina de Maradona, Messi, Higuaín, Di María,..... Por ésto, y por cómo es el fútbol alemán, se presentaba a priori el partido más duro del Mundial. Pero nada más lejos de la realidad. El partido fué controlado de principio a fín por nuestra selección, encerrando a los alemanes en su campo y sin dejarles tener la posesióndel balón. Prácticamente no llegaron a la portería de Iker Casillas, debido al gran partido en defensa realizado por la "roja". Y el momento clave llegó tras un saque de esquina. Xavi sacó el córner desde el ataque izquierdo de nuestra selección, mandando el balón a un posible remate de cualquier compañero a la altura del punto de penal. Y allí apareción un avión. Puyol llegó desde atrás arrasando cualquier cosa que se pusiera por delante, conectando un cabezazo que entró como un obús en la portería alemana. Este gol nos daba el derecho de poder jugar el partido más importante en la historia del fútbol español: la final de un Mundial.


Y llegó el gran día. El rival, Holanda, que había ganado todos los partidos disputados hasta ahora en el torneo. El país entero postrado ante el televisor, esperando que, por fín, tuviéramos una gran noticia, después de pasarlo mal con la crisis económica miles de familias. España empezó a desplegar su juego habitual, incluso pudiendo marcar en los primeros minutos. Pero los holandeses cortaron de raíz nuestro juego mediante faltas bruscas, con el permiso del colegiado, que no fué capaz de expulsar a algún jugador holandés en esos momentos. La "roja" se fué yendo poco a poco del partido, lo que aprovechó Holanda para hacerse dueño del partido. De hecho, tuvo una oportunidad clarísima de ponerse por delante, en un mano a mano de Robben con Casillas, pero nuestro "santo" particular, desvió con su pié derecho un balón que ya se colaba en nuestra portería. Ésto pareció espolear a nuestra selección, que de nuevo se hizo dueña del balón, situación que ya no pudo cortar Holanda, ni con el juego brusco que continuaba realizando. Durante todo el encuentro, incluída la prórroga, España tuvo numerosas ocasiones clarísimas de ponerse por delante en el marcador, con tiros de Villa, Cesc, Sergio Ramos,..., pero el portero tulipán las desbarató todas. Pero en el minuto 116 de partido, el mundo se paró. Sólo estaban Iniesta y el balón. En ese momento, yo creo que ayudado por el empuje de todo un país, golpeó el balón con su pierna derecha hacia la portería holandesa. El balón traspasó la línea de meta sin que el portero holandés, que hasta ese momento había parado todo lo posible, pudiera hacer nada por evitar lo inevitable. Ahora sí, el fútbol hizo justicia con el único equipo que intentó jugar al fútbol. Una explosión de alegría desbordó a todo el país. Seguro que todos los españoles recordamos qué estábamos haciendo en ese momento. Tras el pitido final, alegría, llantos, abrazos,.... En el campo se vivieron momentos inolvidables protagonizadas por una generación de jugadores que, difícilmente, se podrá repetir. Los días posteriores fueron días de homenajes, tanto al equipo como a cada jugador de forma individual, que seguro que durante esos días no eran conscientes del hecho que habían protagonizado.
Esperemos que no se tarden tantos años en volvernos a dar de nuevo una alegría tan grande a los amantes del fútbol. La próxima cita, la Eurocopa del año que viene.

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